Epistolas familiares, 1618
Las Epístolas familiares, publicadas por vez primera por Antonio de Guevara en 1539 en la tipografía vallisoletana de Juan de Villaquirán y posteriormente en Alcalá de Henares (1600) y en Madrid en 1618. Esta última edición realizada por Juan de la Cuesta, en dos volúmenes, y a costa de Miguel de Syles, mercader de libros, es la que aquí presentamos. La obra no sólo contienen cartas como el título sugiere, sino que incluyen también varios discursos, que el autor Guevara llama razonamientos, hechos al Emperador Don Carlos V, a la Emperatriz Doña María, a las Reinas Doña Gérmana de Foix y Doña Leonor de Francia, entre otros personajes. La temática de los discursos cubre aspectos muy variados como la religión, la política y las antigüedades romanas, entre otros.
Descendiente de un antiguo linaje alavés, Antonio de Guevara, es educado en la Corte de los Reyes Católicos, ingresó en la orden de los frailes menores, donde obtuvo varios grados y oficios con general aceptación. Versado en teología dogmática, sagrada erudición e historia profana fue predicador y cronista del emperador Carlos V, quien le promovió a la silla episcopal de Guadix y después a la de Mondoñedo. Cuando fallece en 1543, casi todas sus obras, así familiares y políticas, como místicas y teológicas, habían visto la luz pública. Son, entre estas, las más celebradas su Reloj de príncipes o Vida de Marco Aurelio (Valladolid, 1530), El menosprecio de la corte y alabanza de Aldea (Alcalá de Henares, 1592), y las Epístolas familiares, obra que aquí presentamos.
Las Epístolas familiares, según indica Nicolás Antonio, fueron publicadas por vez primera por Antonio de Guevara en 1539 en la tipografía vallisoletana de Juan de Villaquirán y posteriormente en Alcalá de Henares (1600) y en Madrid en 1618. Esta última edición realizada por Juan de la Cuesta, en dos volúmenes, y a costa de Miguel de Syles, mercader de libros, es la que aquí presentamos. No sólo contienen cartas como el título sugiere, cuyo principal propósito es disertar con amenidad sobre cualquier asunto susceptible de ello, sino que incluyen también varios discursos, que el autor Guevara llama razonamientos, hechos al Emperador Don Carlos V, a la Emperatriz Doña María, a las Reinas Doña Gérmana de Foix y Doña Leonor de Francia, entre otros personajes. La temática de los discursos cubre aspectos muy variados como la religión, la política y las antigüedades romanas, entre otros.
Los destinarios de las cartas propiamente dichas son personajes históricos castellanos como el Gran Capitán Gonzalo de Córdoba, el Condestable de Castilla Don Iñigo Fernández de Velasco o el Obispo Acuña, entre otros. , con el principal propósito de disertar con amenidad sobre cualquier asunto susceptible de ello.
El autor, con arreglo a su costumbre, no tuvo reparo en dar como traducidas cartas que él ideó y que afirma haber dirigido el filósofo Plutarco al Emperador Trajano, éste a aquél, el Senado a Trajano, entre otros. El tema de dichas cartas es variadísimo: acontecimientos de actualidad a la sazón, cuestiones históricas, textos de la Sagrada Escritura, exhortaciones morales, doctrinas políticas, refranes, costumbres, etc. Pero ninguna versa sobre asunto propiamente filosófico.
Las Epistolas familiares (1539-1543) fueron publicadas en varias ocasiones en los Países Bajos entre 1544 (Amberes, Martín Nucio) y 1702 (Bruselas, Francisco Foppens). También tuvieron una traducción al neerlandés por Cornelis van Beresteyn, titulada Vrundtlicke ghemeene sendtbrieven van Don Antonio de Guevara, publicada en Delft en Holanda (Aelbert Henricxz, 1583); la traducción fue reeditada varias veces en otras ciudades holandesas y en Amberes hasta 1632. En Amberes también se publicó una traducción al francés de las Epístolas familiares, bajo el título Les épistres dorées et discours salutaires, (N. Soolmans, 1577). Aparece una segunda versión de las ‘epistres’, aumentada con otros textos, en Amberes en casa de Martinus Nutius II, en 1591.